En el Estado de Puebla encontramos una gran riqueza natural de aguas termales que se extienden en la preciosa geografía poblana. Esas que desde tiempos ancestrales han sido utilizadas para beneficio del cuerpo con las múltiples propiedades medicinales que se les atribuyen, pero también como un espacio de relajación y disfrute.
Termalismo y terapias del agua.
En la Sierra Norte que colinda con el estado de Veracruz, encontramos el precioso pueblo mágico de Chignahuapan, donde no sólo podemos disfrutar de su pintoresca arquitectura y deliciosa gastronomía, sino también relajarnos en las aguas termales del Parque Acuático de Chignahuapan, inmersas en un entorno natural propicio para inundar nuestros ojos de belleza y el alma de calma.
Y muy cerca de allí entre los pueblos mágicos de Chignahuapan y Zacatlán encontramos el Salto de Quetzalapan, una impresionante cascada que da vida a las aguas termales donde no sólo se puede bañar y disfrutar de un día agradable, también puede poner a prueba su espíritu aventurero y retarse a hacer tirolesa o rappeling en éste precioso espacio que nos brinda la naturaleza.
Si prefiere adentrarse más hacia el sur de Puebla encontrará el pueblo mágico de Izúcar de Matamoros y sus afamado Balneario de aguas termales conocido como San Carlos, en el que además de aprovechar de un buen chapuzón reparador podrás disfrutar de otras áreas de esparcimiento como probar sus habilidades en una contienda de «gotcha» y si lo desea podrá pernoctar en las cabañas acondicionadas para éste fin o hacer una acampada en su zona de camping.
Parques acuáticos.
El Parque Acuático San Carlos cuenta con toboganes que ponen a prueba aquellos que se atreven a desafiar al vértigo, pero también los menos temerarios y los más pequeños podrán disfrutar de otros aptos para todo público.
Así que ya lo sabe, si desea un día terapéutico y de relajación total, pero también de diversión en el Estado de Puebla sobran opciones para pasar un día o un fin de semana estupendo.
